Tras indicar que confiaba en que la historia se encargará de dar un veredicto sobre su gestión, el presidente Alejandro Toledo no pudo esperar e indicó ayer que --a su juicio-- deja un país económicamente encarrilado y democráticamente fortalecido a su sucesor Alan García."Allí están las cifras, los datos, y la historia los interpretará, porque es la primera vez que un presidente sale con una aprobación alta, que está entre 40% y 60%".En la Universidad ESÁN (Escuela de Administración de Negocios para Graduados), con ocasión de recibir la medalla que lo acredita como profesor principal de esa casa, Toledo pidió "creer en nosotros mismos, tener confianza en el país que dejo". Mas el mandatario no solo habló de los aspectos que consideraba positivos de su gestión, sino que reconoció no haber mejorado del todo la calidad de la educación básica y universitaria para salir del subdesarrollo.A pesar de eso, destacó que la educación, la salud, la alimentación y el trabajo digno fueron los pilares de su gobierno.