Hace dos días, el viceministro de Economía, Hugo Perea, precisó que la inversión privada en el Perú registraría un crecimiento de 5,2% al cierre de este año. Según Perea, este impulso se daría, principalmente, por la expansión de la inversión minera, actividad que, de acuerdo con las estimaciones del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), cerraría el 2018 con un crecimiento de 19,4%.En este contexto, el último boletín estadístico minero del Ministerio de Energía y Minas (Minem) detalló que dicha inversión acumuló, entre enero y julio, un crecimiento de 29,1% respecto al mismo período del año anterior y ascendió a US$2.355 millones.Este resultado se debió a un mayor monto de inversión en las plantas de beneficio (instalación física donde se realiza la fase industrial del proceso minero, incluyendo las etapas de concentración, fundición y refinado), que registraron un avance de 358% en dicho lapso. También destacó la expansión en los rubros de desarrollo y preparación (37%) y equipamiento minero (26,6%).Según Francisco Ísmodes, titular del sector, al cierre del 2018 se espera que las inversiones superen los US$5.000 millones; con lo cual, entre agosto y diciembre se debería lograr, por lo menos, un monto de inversión de US$2.645 millones.Recientemente, el área de Estudios Económicos de Scotiabank consideró oportuno elevar sus proyecciones de crecimiento de la inversión minera, pasando de 14% a 17% para el 2018 y de 9% a 13% para el 2019. Aunque las cifras esperadas son menores a las del gobierno, cabe resaltar que fue clave para la revisión la incorporación del proyecto Quellaveco.Para Pablo de la Flor, gerente general de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), hacer realidad las potencialidades del sector dependerá, en primer lugar, de la reducción en los trámites que deben realizar las empresas que invierten en el rubro y, también, de la eliminación de procedimientos y autorizaciones innecesarias, que generan cuellos de botella para el sector. El Minem creó recientemente la dirección de sostenibilidad minera, órgano de línea que busca destrabar los permisos para viabilizar las inversiones mineras.