Para maximizar el impacto positivo de la minería sobre el desarrollo económico local y regional, urge perfeccionar el canon minero, a fin de asegurar que contribuya a cerrar las importantes brechas sociales. Durante la última década se transfirieron casi S/ 40 mil millones en canon y regalías a las regiones productoras, sin que el uso de esos recursos haya estado aparejado de avances determinantes en la provisión de servicios y bienes públicos de calidad en beneficio de la población. Se hace necesario repensar el mecanismo sobre la base de tres principios fundamentales: revertir su sesgo urbano y acercar los beneficios a las comunidades campesinas y centros poblados más próximos a las operaciones, incorporar enfoques y flexibilidades que permitan que el uso de estos recursos contribuya de manera eficaz al cierre de brechas y la generación de capacidades, y asegurar la rendición de cuentas sobre el uso de dichas transferencias para evitar la corrupción, señaló Pablo de la Flor, gerente general de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE).