Un repaso de los medios de comunicación durante los últimos 20 años, hace caer en la cuenta que -contrario a lo que se piensa respecto a su poder económico para controlarlos- las informaciones relacionadas con la actividad minera han sido negativas. El hallazgo de grandes vetas, las estadísticas de su producción o el aporte al desarrollo nacional se vieron notoriamente disminuidos frente a las campañas antiextractivistas, las denuncias del deterioro del medio ambiente, de privilegios tributarios o de malas prácticas laborales.Tales campañas y denuncias han sido eficaces. Algunas tenían asidero pero la gran mayoría estuvo sustentada en falacias, medias verdades y una filosofía destinada a barrer el factor minero como palanca de nuestra economía. Tanto así que luego, al verse confirmada su importancia en todas los items del avance tecnológico (telefonía móvil, vehículos, medicina, estructuras antisísmicas), los legionarios de ese sector comenzaron a hablar de la "nueva minería" como si esta fuera un desafío y no una práctica autoexigida por los estándares inaugurados a nivel mundial.Sin embargo, los antimineros tienen espacio y voz política. Y parecía que los pro mineros tenían más bien vergüenza de serlo. Ahora se anuncia un cambio cualitativo de esta actitud que, espero, pueda marcar una constante virtuosa en el fomento de una industria en la que el Perú es un país llamado a estar en las grandes ligas.La Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía ha iniciado una campaña denominada "Casas Abiertas" mediante la cual se invita a los pobladores de las comunidades ubicadas en zonas de influencia minera a dialogar sin tapujos sobre esta actividad. La conversación es amplia y detallada sobre todos los aspectos que son de su interés. Tiene como propósito liquidar la enorme desinformación y mitos construidos en torno a ella. Los retos hoy de la minería han quedado plenamente establecidos en las últimas convenciones del rubro llamado Perumin. Nada nuevo hay bajo el sol: 1) Debe mejorarse el Estado de derecho y la seguridad jurídica. 2) Evitar la sobrerregulación y la incertidumbre regulatoria. 3) Fomentar la sostenibilidad de las inversiones, adelantando los beneficios a la población. 4) Preservar el capital social como valor compartido entre la comunidad, empresa y Estado. 5) Perfeccionar los mecanismos de resolución de conflictos. Y 6) impulsar políticas públicas efectivas que tiendan a la simplificación administrativa y rendición de cuentas."Si nos escuchamos, sumamos", reza el eslogan de la campaña de la SNMPE. Se pasa a la ofensiva luego de un largo periodo de incomprensible mudez del sector minero que, para bien del país, está obligado a mantener estos canales de diálogo abiertos, sin inhibiciones ni complejos, señala el periodista César Campos.(Edición domingo).