A cuatro días de la toma de mando, el presidente electo Alan García se da tiempo para atender a la prensa extranjera. Ayer en entrevista que concedió al periodista argentino Andrés Oppenheimer, García aseguró que de ninguna manera perdonaría un intento de golpe o "cuartelazo" durante su segundo gobierno. "Ante una situación así ejercería la fuerza de la ley y de las armas con la energía más grande. Hay que escarmentarlos en el huevo", afirmó. El presidente electo también fue crítico de la presencia de caudillos militares y no militares en el escenario latinoamericano. Para García, el surgimiento de estos personajes es avalado por la propia población que está a la espera de líderes paternalistas. Comentó que la única manera de cambiar esta situación es educar a los electores de tal manera que sientan que pueden convertirse en actores activos dentro de la sociedad, sin esperar a que otra persona soluciones sus problemas. "Deben ser más protagonistas", sostuvo.