No es un misterio que el Apra pretende darle prioridad a la política antidrogas, concertando con los gobiernos de otros países afectados por el narcotráfico. Ya lo había adelantado el propio Alan García cuando visitó Colombia el último cinco de julio. El presidente electo reveló al diario El Tiempo de Bogotá que pedirá una Cumbre Antinarcóticos a los gobiernos de Estados Unidos, Colombia y Bolivia, y a los representantes de la Comunidad Europea.Ahora, el próximo canciller José Antonio García Belaunde ratificó esta intención en declaraciones a la agencia EFE. El diplomático explicó que García planteará reeditar y ampliar los acuerdos de la Cumbre Antidrogas efectuada en 1989, en la ciudad de San Diego, Texas. Ese encuentro contó con la participación de los presidentes George Bush padre, Virgilio Barco (Colombia), Jaime Paz Zamora (Bolivia), ex mandatario de Bolivia y el propio Alan García. Pero los apristas saben bien que el encuentro de presidentes no terminará definitivamente con el narcotráfico. En el plan de gobierno que diseñaron para la reciente campaña presidencial incluyen otras medidas de corte local. En primer lugar, sugieren que la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) se convierta en un "organismo pequeño", que no se limite "a actuar como un operador limitado a los programas de cooperación internacional".