Si bien los trabajos de mantenimiento de la planta de Malvinas, que procesa el gas de Camisea (iniciados el 28 de julio último), aún continuarán hasta el 17 del presente mes, la suspensión en el suministro de gas natural a los usuarios finales ya concluyó. Además, según diversos sectores, esa paralización no ha tenido mayor impacto en la actividad productiva del país, aun cuando elevará el costo para algunos tipos de consumidores y empresas eléctricas. Vale recordar que antes de la paralización de Malvinas, fuentes de Luz del Sur habían advertido que esa situación podría tener un impacto en las tarifas eléctricas, en tanto otros sectores avizoraban que la paralización afectaría más a las industrias que a las generadoras eléctricas. César Butrón, presidente del Comité de Operación Económica del Sistema Eléctrico Interconectado Nacional (COES), indicó que aun cuando el recorte en el suministro de gas obligó a un mayor uso de diésel para producir electricidad, el mayor costo no va a ser trasladado a las tarifas eléctricas de los usuarios regulados, sino que va a ser asumido por las propias empresas eléctricas.Señaló que a quienes sí va a afectar directamente, es a cerca de la mitad del mercado de consumidores no regulados o clientes libres. Es decir, a empresas que compran la energía directamente a generadoras y distribuidoras. Explicó que cerca del 50% de esos usuarios libres tiene en sus contratos de compra de energía cláusulas en las cuales las generadoras y distribuidoras les trasladan el riesgo de cortes en el suministro de gas. Es decir, anotó, tendrán que pagar una mayor factura eléctrica. Otro de los perjudicados, anotó son las generadoras termoeléctricas que han perdido dinero al tener que pagar un mayor precio por el uso del gas para producir energía, en tanto que quienes se han beneficiado son las hidroeléctricas.