Un desgastado cableado eléctrico en su vivienda no sólo genera fugas de energía y por ende una mayor facturación, sino que además pone en riesgo su vida y la de toda su familia.Miguel de la Puente Quesada, gerente general de Procobre Región Andina, advierte que por lo menos cada 20 años la infraestructura eléctrica de las viviendas debe ser cambiada, pues luego de ese lapso se convierte en "una bomba de tiempo". "Podría provocar en cualquier momento un cortocircuito, un incendio o serios daños a los artefactos eléctricos", precisó.Según explicó, se estima que más del 50% de las edificaciones de Lima -con más de 20 años de antigüedad- tienen instalaciones eléctricas inadecuadas o totalmente inseguras. Es más, el año pasado evaluaron 900 edificaciones (viviendas y departamentos) en 12 distritos y los resultados no fueron nada alentadores. Pese a ello, los propietarios de 476 viviendas no mejoraron sus instalaciones eléctricas y 372 sólo lo hicieron en forma parcial.Se conoció además que el 99.7% de las 900 viviendas visitadas no tenían puesta a tierra (conexión de protección).
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