El presidente ejecutivo de Southern Copper, Óscar González Rocha, repasa la larga lista de proyectos que maneja la compañía. La firma parece haber decidido levantar un nuevo vuelo, y mirar con calma lo que pueda hacer en Tía María.El precio del cobre, su metal estrella, acompaña sus planes y objetivos. De esta forma, destaca la lista de proyectos cupríferos que copan la agenda, así como la disminución de leyes en Chile y otros países. Todo ello -prosigue- hará que haya menos cantidad de cobre."Al haber menos oferta, habrá un tema de los precios a favor, y la demanda seguirá creciendo, principalmente por los países asiáticos y por Europa. China consume el 40% del cobre del mundo", recuerda.El 20 de febrero de este año, Southern logró adjudicarse el proyecto Michiquillay. El plan del ejecutivo es claro: modificar tiempos y empezar lo antes posible. El objetivo, sin embargo, primero está orientado a lograr la licencia social."Esperamos llevar una buena relación con las comunidades para tener la aprobación social y con el proyecto, para tener los beneficios a la provincia y región, a fin de disminuir la pobreza", agrega a Gestión. ¿Cómo avanza ese acercamiento con la población? Tenemos que ponernos en contacto con las dos comunidades que están próximas al proyecto (La Encañada y Michiquillay). Si se tiene éxito en las pláticas, las perforaciones deberían empezar este año. Ya se tiene conformado el fondo social, con dos representantes de la sociedad civil y de la población, dos de la empresa y uno del Gobierno, que no se sabe si va a ser de Proinversión o del Ministerio de Energía y Minas. ¿Bajo esta premisa es que buscan adelantar el proyecto? El 2025 es la fecha última que se programó con el Gobierno para la operación de Michiquillay y, si no, la empresa podrá regresar el proyecto al Gobierno. Pero es más beneficioso empezar lo antes posible.