Alfredo Sánchez Miranda, miembro de la familia Sánchez paredes, investigada por lavado de activos, denunció que durante el gobierno de Alan García recibió presiones para que no completen la adquisición de un yacimiento de oro en Cajabamba con reservas de dos millones de onzas , que equivalen a US$ 2 mil millones. Según dijo en Cuarto Poder, su empresa, Comarsa, entró a una disputa judicial con la minera Sulliden por el proyecto en cuestión. En 2008, cuenta Sánchez Miranda, estaban cerca de ganar el proceso cuando el entonces presidente García convoca a una conferencia, el 28 de enero, en la cual, junto al director de la Policía Antidrogas, Miguel Hidalgo, anuncia una investigación de lavado de activos a la familia Sánchez Paredes. Sánchez Miranda asegura que el representante legal de Sulliden, en aquella época, era Jean Pierre Nava, hijo menor de Luis Nava, secretario del ex presidente.