Le quedan seis meses de funciones, pero el presidente de Osinerg, Alfredo Dammert, ya tiene claro el balance de su gestión en los últimos cinco años. Considera que ha actuado sin presiones políticas y prefiere ver la parte positiva del Congreso.¿Osinerg ha tenido independencia durante el gobierno de Toledo?El Gobierno ha dejado trabajar a los reguladores y ha sido respetuoso de las decisiones. Jamás las ha cuestionado. Indudablemente que el Gobierno ha tenido que aplicar controles porque así lo manda la ley.¿El Congreso ha sido un obstáculo?Yo resaltaría más bien la parte positiva. Todas las bancadas apoyaron la modificación de la Ley de Concesiones Eléctricas, que permitió rebajar las tarifas de luz de los más pobres. Cuando uno logra convencer a los miembros del Congreso de los beneficios de un proyecto, encuentra buenos interlocutores. Claro que algunos representantes no son igual de constructivos.¿Apoyaría la creación de un solo regulador de servicios públicos?¿Quién va a ser capaz de hacer frente a tantos temas a la vez? Lo veo como un reto organizacional que ningún país estaría en la posibilidad de hacer.