La difusión de los videos y audios grabados subrepticiamente por el congresista de Fuerza Popular (FP) Moisés Mamani ha desencadenado, como todos sabemos, una investigación en el Ministerio Público, así como una denuncia constitucional contra los parlamentarios Kenji Fujimori, Guillermo Bocángel y Bienvenido Ramírez. Esta última viene tramitándose ante la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso. Más allá de los contornos de estos procesos, sin embargo, algunos de los congresistas del bloque de Kenji Fujimori -que enfrentan el riesgo del desafuero parlamentario- han empezado a plantear nuevos argumentos de defensa ante el propio Poder Legislativo y la opinión pública en general. Los mismos que tienen como eje protagónico a la persona que -en complicidad con el legislador Modesto Figueroa- los grabó a escondidas, el congresista Moisés Mamani. Por un lado, han cuestionado la validez de los registros realizados por el legislador de FP, toda vez que estos habrían sido editados. Este ha sido el centro de las objeciones planteadas por el congresista Bienvenido Ramírez, quien se opuso a la visualización y audición de las grabaciones proporcionadas por el congresista Mamani a la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, y a quien acusó en un comunicado difundido la semana pasada de estar "mintiéndole descaradamente al Ministerio Público, al Congreso de la República y a todos los peruanos".