El voltaje vuelve a subir en el sector eléctrico, pero esta vez no por discrepancias en su interior. La causa de discordia procede ahora de una esquina alejada: el sector telecom. La semana pasada, la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE) hizo público un pronunciamiento en contra del regulador de las telecomunicaciones, Osiptel. ¿El motivo? La emisión de ‘mandatos de compartición de infraestructura eléctrica’ en favor de la mexicana Azteca, operador de la red dorsal de fibra óptica. Según el gremio mineroenergético, se trata de una medida arbitraria que atenta contra la seguridad jurídica en el sector eléctrico e, incluso, en el sector privado en general. ¿Por qué razón? Juan Carlos Novoa, gerente del sector eléctrico de la SNMPE, explica que los "mandatos de compartición" solo se emiten cuando los titulares de la infraestructura que será compartida no han logrado suscribir contratos con los solicitantes (en este caso, Azteca). Pero esos contratos sí existen en este caso. "Cuando Azteca se adjudicó la red dorsal, tuvo la opción de tender su propia infraestructura o usar un servicio ya existente. Optó por lo último, y procedió a suscribir contratos individuales con empresas de transmisión, distribución y generación eléctrica", señala. Apunta que la resolución de Osiptel vulnera esos contratos, modificando unos y eliminando otros."Por si fuera poco, Azteca dejó de honrar hace nueve meses la contraprestación mensual que paga a las empresas eléctricas desde el 2014. Los mandatos de Osiptel consolidan, de alguna manera, el no pago de esas obligaciones", agrega. Debido a ello, las empresas eléctricas afectadas por la decisión de Osiptel (la mayoría de las agremiadas en la SNMPE) están interponiendo recursos de reconsideración y evaluando acciones legales, en la eventualidad de que el regulador no dé marcha atrás.