La situación actual de Odebrecht -tras los escándalos del caso Lava Jato-, a la que se suma el fin del contrato de concesión del Gasoducto Sur y la paralización de las obras ligadas a este caso de corrupción, generaron la salida del personal de toda la operación de la brasileña en el Perú.Así, de los 20,000 empleados que tenía la constructora hasta enero del 2017, incluyendo sus subsidiarias, se ha reducido drásticamente en 91.5% a 1,700 colaboradores a abril del 2018, de acuerdo a fuentes consultadas por Gestión.