El reto, entonces, es complejo.Iniciar una fase de consolidación fiscal sin atentar contra la recuperación de la economía. Generar mayores ingresos, controlar el crecimiento del gasto agregado y priorizar el gasto de capital es la mezcla de política fiscal requerida. En esta tarea ayudará que el Poder Legislativo deje de proponer iniciativas que incrementen el gasto público o que impidan la recuperación de los ingresos (fiscales). Esta es una de las conclusiones centrales del primer Informe anual 2017 (el primero de su clase) del Consejo Fiscal que ayer expuso el presidente de dicha entidad, Waldo Mendoza Bellido. Según el Consejo Fiscal, "en los últimos 5 años el déficit fiscal y la deuda pública se han elevado en 5 puntos porcentuales del PBI, debido al descenso equivalente de los ingresos (corrientes del Gobierno). En todos estos años la política fiscal ha sido expansiva".En efecto, en los últimos cinco años, el resultado fiscal pasó de un superávit de 2.3% del PBI en el 2012 a un déficit de 3.1% en el 2017.Ello como consecuencia de que los ingresos corrientes del Gobierno general cayeron 4.8 puntos porcentuales (pp) del PBI en los últimos 5 años (a 18% en el 2017), mientras que el gasto no financiero creció (1.2 pp del PBI) en ese mismo periodo.