"Otorongo no come otorongo, así se muera". Este puede ser el epitafio del período legislativo que culminó ayer y que, para no salir de la tendencia marcada a lo largo de estos cinco años, bajó el telón dejando sin efecto un pedido de suspensión contra el congresista de Perú Posible Alcides Llique Ventura, por haber ofendido al extinto ex ministro de Agricultura de este gobierno Álvaro Quijandría Salmón. El presidente Marcial Ayaipoma declaró, a las 8:29 p.m., la clausura de la segunda legislatura 2005-2006 y el cierre de funciones de este Parlamento, que será recordado no solo por las leyes que aprobó, sino también por los escándalos y decisiones polémicas, que alimentaron su imagen desaprobatoria.Para muestra, un botón. Pese a que la sanción sugerida por la Comisión de Ética resultaba en la práctica un gesto simbólico en el último día de sesiones -suspensión y descuento de haberes por 15 días de legislatura-, oficialistas y opositores unieron fuerzas para considerar suficiente las disculpas públicas del agresor y dar por cerrado el caso.