Estaba en una balsa cuando la fiscalía lo encontró. Desde esa embarcación, Rony Franco Silvano operaba un motor de 60 caballos de fuerza, conectado a un tubo, para extraer el oro de la tierra en la Reserva Nacional de Tambopata, en Madre de Dios.La escena fue fundamental. Al encontrarlo en flagrancia, un juzgado de la región ordenó siete meses de prisión preventiva contra él por el presunto delito de minería ilegal en forma agravada. Silvano podría recibir una condena de hasta ocho años de cárcel.Esto sucedió semanas atrás. Pero el fiscal Américo Bautista, coordinador de la Fiscalía Ambiental de Madre de Dios, cree que es probable que Silvano quede impune. "Teníamos un promedio de treinta personas con prisión preventiva, que ya habrían sido condenadas. Pero no teníamos un peritaje de la tierra. Ahí radica el problema", dijo.Los casos más antiguos, que se iniciaron tras las interdicciones a campamentos de mineros ilegales, son encarpetados por esa misma exigencia: los jueces piden que se demuestre el ilícito con un peritaje que determine la existencia del oro en el lugar donde se encontraban los acusados. Lo evidente no sería suficiente.