Para esta semana tenemos en cartera un proyecto de ley propuesto por Javier Diez Canseco que, con la distracción que hoy cunde en el Congreso, podría llegar a aprobarse, con consecuencias impredecibles para el país. Se trata del proyecto que da al Estado la facultad de cobrar regalías en especies para las actividades de hidrocarburos, buscando además modificar los contratos existentes dando prioridad al cobro en especies sobre el cobro en dinero. El pago de la regalía dispuesto por la Ley Orgánica de Hidrocarburos es una contraprestación por el uso que hace un privado de un recurso natural de todos los peruanos que no es renovable. El dinero producto de la regalía va al Tesoro Público, siendo usado para atender las necesidades de todos los peruanos. Como sabemos, producto de los buenos precios del petróleo, estas regalías son hoy recursos muy importantes para el Estado. La regalía se paga en dinero, salvo en países como Bolivia y Ecuador, donde sabemos que la inversión petrolera se ha retraído sensiblemente. El proyecto busca retroceder cientos de años reinstaurando el trueque. Eso no sería lo peor. Imaginemos por un momento a Perupetro recibiendo petróleo o gas en vez de dinero en efectivo. En el caso del petróleo, quizá Perupetro tenga que construir almacenes de depósito, o alquilarle a Petroperú o a algún privado sus almacenes si hay disponibilidad, pagando el costo de almacenamiento, con el correspondiente menoscabo del ingreso por regalía. En el caso del gas es peor, porque el gas no se puede almacenar. ¿Qué piensa proponer el señor congresista? El paso siguiente será convertir estos recursos en dinero. ¿Quién será el responsable de realizar la venta? Según la Ley de Hidrocarburos, Perupetro cobra y entrega al Tesoro la regalía. Ahora tendrá que cobrar, comercializar y así monetizar el recurso para entregar el dinero al Tesoro. ¿Quién será el funcionario que tendrá a su cargo la venta del hidrocarburo para entregar el dinero al Tesoro? ¿Cuál será su relación con el comprador, probablemente un privado? ¿Cómo se determinarán los precios? ¿Qué efecto tendrá el hidrocarburo en el mercado? ¿Habrá especulación? ¿El Estado regulará el precio a través de la venta de petróleo y gas? ¿Cuánto tardará el precio en embalsarse?Se rumorea que el próximo paso es permitir que todos los impuestos y contraprestaciones se paguen en especies. Las textileras pagarán en polos y toallas de óptima calidad, las siderúrgicas en brillantes tubos de acero, las empresas de transportes en pasajes de primera clase, los casinos en fichas y los salones de belleza en sus diversos servicios de moda. Una vez que el Estado tenga todos estos productos en sus manos podrá controlar sus precios. ¿Es eso lo que busca el señor Diez Canseco? ¿Qué hay detrás de esta iniciativa tan curiosa y que por cierto se aplica en Ecuador y Bolivia, países donde se ha paralizado la inversión en hidrocarburos?, señala Cecilia Blume.