La amnistía tributaria es uno de los pilares de la reforma que el Ministerio de Economía (MEF) viene desarrollando desde los inicios de la gestión de Pedro Pablo Kuczynski. Con esta iniciativa, el Gobierno esperaba incrementar la recaudación fiscal.Según la norma, las personas que se acogían a la amnistía estaban sujetas a una tasa impositiva del 10% sobre los bienes declarados, y de 7% siempre y cuando los activos sean repatriados e invertidos en el Perú.Los resultados de este proceso, que concluyó el 29 de diciembre del año pasado, fueron dados a conocer por la Sunat esta semana. La entidad informó que el capital total acogido sumó S/12.410 millones, de los cuales solo el 28% (S/3.497 millones) fue repatriado. "[La amnistía tributaria] ha sido un fracaso sin ninguna duda, tanto en montos repatriados como en montos recaudados", asegura Luis Alberto Arias, ex jefe de la Sunat. Esto porque en el último Marco Macroeconómico Multianual, el MEF había calculado que para el 2017 se recaudarían casi S/2.500 millones (0,35% del PBI). Además, este año la amnistía debería alcanzar el 0,22% del PBI (alrededor de S/1.500 millones).El dinero provendría de la regularización de los pagos que aún quedan pendientes de los años fiscales2016 y 2017 (para los cuales no se cuentan con beneficios tributarios, pues la amnistía solo cubre hasta el año fiscal 2015), según Arturo Tuesta, socio líder del Área Tributaria de PwC.En total, el ministerio previó un monto aproximado de S/4.000 millones (0,57% del PBI) entre el 2017 y el 2018, monto bastante lejano a los S/1.136 millones reportados hasta el momento.(Edición domingo).