El gobierno venezolano fijó topes para la venta de gasolina en el oeste del país a fin de evitar el contrabando, al que atribuye la escasez del combustible en los últimos días. Una comunicación del ministerio de Petróleo ordena a las distribuidoras vender un máximo de 30 litros a los automóviles sedán, y hasta 35 litros a las camionetas y algunos vehículos de carga. La directriz, que no precisa la periodicidad con que podrán recargar los conductores ni los mecanismos de control, excluye los transportes de alimentos, productos perecederos, medicinas "en grave escasez" y de prensa. El objetivo es enfrentar el contrabando y la reventa de gasolina por parte de usuarios que "abastecen en varias oportunidades", señala el ministerio.