El Gobierno, los gremios y la sociedad civil han puesto la lupa sobre las propuestas del Congreso en materia económica y se han encontrado con más de una sorpresa. Desde proyectos de ley (PL) que piden darles prioridad a los meteoritos y ovnis que caigan en suelo peruano hasta iniciativas de exoneraciones tributarias que le costarían al Estado entre S/9.000 millones y S/15.000 millones, según cálculos de la Sunat. El primero en alertar sobre el perjuicio de algunas propuestas fue el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Le siguió la Cámara de Comercio de Lima (CCL). Y ahora la asociación Contribuyentes por Respeto (CpR) presenta su "lista negra"."Gastan nuestros recursos en lo accesorio, en un país donde las grandes reformas esenciales se necesitan con urgencia", afirma el director de CpR, José Ignacio Beteta. Para esta organización, varios de los más de 1.900 proyectos de ley presentados por parlamentarios en este Congreso -700 en los últimos seis meses- no merecen mayor debate y deberían ser archivados.Encabezan la lista negra de CpR los PL 1875 y 1944, que buscan reformar la Constitución y corresponden a Marisa Glave y Alberto Quintanilla (Nuevo Perú), respectivamente. El primero busca que el Estado ejerza actividad empresarial para promover la economía del país, prestar servicios públicos y alcanzar los objetivos de desarrollo. El segundo propone que realice actividad empresarial solidaria en el sector agrícola. Para CpR, la propuesta parte de la "fantasía" de que la participación del Estado en la economía no generaría costos al fisco, cuando de hecho esto aumentaría el gasto público debido a la creación y el monitoreo de las empresas públicas. "Y con nuestra precaria institucionalidad, es posible que se incrementen el déficit fiscal y las planillas públicas por temas políticos; anulando la posibilidad de invertir en rubros prioritarios", señala CpR, contradiciendo la exposición de motivos de ambos proyectos. Al respecto, el gerente general del Instituto Peruano de Economía (IPE), Diego Macera, coincide en calificar las propuestas como muy peligrosas."Es increíble que, a pesar de los ejemplos propios en los 70 y 80 de las consecuencia de tener un Estado empresario, sigamos con estas propuestas. El rol subsidiario es la manera lógica de organizar cualquier economía saludable", asevera.(Edición sábado).