Alan García Pérez habló ayer de todo. En su ya habitual rueda de prensa, no dejó de levantar las banderas de la austeridad y criticó los excesos del vicecanciller Harold Forsyth, de quien dijo tendrá que resarcir económicamente al Estado de confirmarse la versión de que su hija, Desireé María, vive o ha permanecido en la sede diplomática del Perú en Italia desde que éste dejó de ser nuestro embajador en ese país.Enfático, calificó de "lamentable" que aún no se ponga coto al uso indebido de recursos por parte de altos funcionarios para favorecer a familiares o amigos."Nuestra política de austeridad terminará con estos privilegios. Tendrán que restituirle al Estado el equivalente de lo que utilizaron. No puede ser que señores embajadores tengan familiares colocados en el mismo sitio. Esto linda con una pachamanca", subrayó. (Edición sábado).