El Niño costero puso en emergencia al país el verano pasado, y uno de los sectores que más lo sintió fue el minero. El fenómeno climático no solo cortó sus líneas de suministros, sino que develó una realidad pasmosa: las grandes mineras no tienen planes de contingencia para lidiar con desastres como este. "En el Perú, a diferencia de lo que ocurre en otros países, no existen rutas de emergencia. Por eso, las mineras empezaron a ver qué rutas alternas tomar y fue así como se analizó la posibilidad de transportar la carga por barco", relata Christian Frías, gerente de Transportes de MIQ Logistics, el operador logístico minero más grande del país.Como resultado, MIQ echó a andar un plan de contingencia, aprovechando el decreto que el Gobierno emitió en marzo pasado, autorizando el cabotaje de manera excepcional por 30 días.