Entrevista a Alberto Rodríguez, director del Banco Mundial para Bolivia, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela.¿Cuál es su apreciación sobre el desempeño de la economía peruana y sus fortalezas? Las tasas de crecimiento de la economía peruana siguen estando entre las más altas de la región y la desaceleración de la economía de los últimos años ha sido menor en el Perú que en la mayoría de países de América Latina. Su principal fortaleza es el manejo macroeconómico prudente. Por el lado monetario, se mantuvo el control de la inflación y, al mismo tiempo, se acotaron los riesgos cambiarios y se mantuvo un elevado nivel de reservas internacionales. En el lado fiscal, el ahorro de parte de las ganancias extraordinarias de años previos permite llevar adelante políticas contracíclicas.El Perú presenta, además, otras fortalezas, entre las que destacan su compromiso con la apertura comercial, la cautela regulatoria hacia instituciones y mercados, así como un ambiente atractivo para la inversión extranjera.¿Qué ventajas se generarán con el proceso de reconstrucción en las zonas afectadas por El Niño Costero?Pensamos que el proceso de reconstrucción es un reto y también una oportunidad. Consideramos, por un lado, que el gasto destinado a este fin permitirá dinamizar la demanda interna y generará puestos de trabajo. Por otro lado, facilitará reparar lo dañado con una mejora en sus atributos de eficiencia, lo que tendría un impacto positivo de largo plazo sobre la calidad de vida de los afectados y sobre la productividad de las poblaciones impactadas. El reto es acelerar las obras y asegurarse de que sean hechas con transparencia, buena calidad y resiliencia a otros futuros embates de la naturaleza. Hay mejores precios para las materias primas, ¿qué oportunidades generará en la economía peruana?El alza del precio del cobre y otros metales de exportación permitirá un rebote de la inversión privada robusto, lo que tiene buen augurio para la economía. Esto es muy positivo para una economía como la peruana, cuyo principal motor de crecimiento en las últimas dos décadas ha sido justamente el crecimiento de la inversión privada. Como vimos en episodios anteriores, la inversión en minería permitirá dinamizar la economía incentivando la inversión en otros sectores.