La puesta en explotación del lote 64 puede convertirse en un hito para el futuro petrolero del país. Pondrá a prueba qué tanto puede mantenerse el atractivo a la inversión en este rubro en el Perú, habida cuenta de los altos costos logísticos que enfrenta esta actividad en la selva peruana, donde está ubicado este lote (frontera con el Ecuador).Estos últimos incluyen, en realidad, sobrecostos que son consecuencia de normas ambientales y, en algunos casos, de los pasivos ecológicos que se han acumulado y que son motivo de conflictos sociales.Una fuente del equipo económico sostiene que el futuro del lote 64 se ve promisorio porque el operador a cargo - Geopark que tiene el 75% de participación y es socio de Petroperú que mantiene el 25%- habría logrado reducir el costo de perforación a US$ 50 millones por pozo (el costo para el operador anterior llegó hasta US$ 150 por pozo), con lo cual la operación sería rentable, considerando un precio de US$ 45 por barril (precio promedio actual que subiría encima de US$ 50 en el 2018).