PERÚ Y CHILE DEJAN ABIERTA LA POSIBILIDAD DE CONCRETAR UN TLC
23 de junio de 2006

Alan García arribó a Chile junto con el sol. Ayer, las bajas temperaturas que caracterizan el invierno en las tierras mapochas se desvanecieron por un instante para permitir que un reconfortante calor se instalara en el ambiente. Ayer, un peruano con una nueva oportunidad para gobernar y una chilena que es para muchos la esperanza del cambio trataron de hacer lo mismo con las relaciones bilaterales: dejar de lado casi 130 años de discordias, pleitos y desavenencias, para dar paso a un nuevo proceso de integración entre dos países que pese a tener mucho en común para ser exitosos, aún no logran comprenderse totalmente. García arribó a la capital santiaguina con la intención de abrir un nuevo frente en las relaciones con su vecino del sur. En Santiago, lo estaban esperando con la misma disposición. El canciller de la Concertación, Alejandro Foxley, había señalado la intención de proponer un tratado de libre comercio, una vez que asumiera el mandato, el próximo 28 de julio, ceremonia a la que Bachelet acudirá. Bachelet lo recibió en el Salón Azul de la Casa de Gobierno. Estuvieron allí una hora, acompañados por el canciller Foxley y el embajador peruano José García Belaunde. El encuentro fue ameno y García, como es su costumbre, logró arrancarle varias sonrisas a la mandataria. Las autoridades chilenas reiteraron su intención de ampliar los vínculos comerciales con el Perú y convertirlo en un aliado estratégico. García fue más allá y esbozó una especie de alianza Brasil-Chile-Perú para enfrentar al modelo intervencionista y estatista de Hugo Chávez.