Buenaventura cerró la venta de sus activos menos rentables. La empresa manejada por la familia Benavides completó este año la anunciada trasferencia de sus minas Antapite (oro), Ishihuinca (oro) y Recuperada (polimetálica), en el departamento de Huancavelica; además de Breapampa (oro), pequeña mina a tajo abierto localizada en Ayacucho."Ya todo está vendido. Buenaventura no tiene hoy en día operaciones pequeñas que distraigan a su administración.La única que vamos a mantener es Julcani (Huancavelica), que es un símbolo para nosotros", remarca Raúl Benavides, gerente de Desarrollo de Negocios del productor de metales preciosos. El ejecutivo explica que, en adelante, Buenaventura se enfocará en sus minas y proyectos de más tamaño, que son los que "generan el mayor margen (de ganancias)".De esta manera, la minera local se distancia de su estrategia de crecimiento previo, consistente en desarrollar minas poco intensivas en capital y de rápida ejecución, como fue el caso de Breapampa.