EL GASODUCTO DEL SUR DEMORARÁ
4 de septiembre de 2017

El Gasoducto Sur Peruano (GSP) fue un proyecto iniciado e impulsado para llegar con gas natural al sur peruano y, en paralelo, dotar de seguridad energética al país.El sur del Perú, con justa razón, demanda tener acceso al energético del siglo XXI, para masificar su uso y llevarlo a sus industrias, comercios, domicilios, vehículos, generación térmica y procesos de industrialización.Empero, estos mismos ciudadanos son los que más se oponen a anclar mayor demanda y darle rentabilidad económica al proyecto, para que sea una iniciativa encarada por el sector privado bajo su propio riesgo. Acá comienza todo.Este gasoducto requiere y requerirá -para bajar la tarifa y hacerlo rentable- el ancla en el sur del Perú de una planta de licuefacción de gas natural (GNL) y, además, poder llevar energía (gas natural o electricidad) a un sediento norte de Chile. Esta última ventana está básicamente cerrada por la entrada de eficiente energía solar. Lastimosamente, los tomadores de decisión, por no bajar su rédito político, optaron por no incluir estas dos demandas, y se tuvo que recurrir a las garantías del Estado.Creemos que con reservas probadas de algo más de 16 trillones de pies cúbicos, más futura exploración en una zona con mucho potencial, con infraestructura asegurada se traerían nuevas inversiones en exploración y esto no era mayor problema.Pero al proyecto se le impulsó sin demanda adecuada y con las garantías que se conocen. Además, lo que frenó su desarrollo fue lo relacionado al escándalo Odebrecht y que no se pudo obtener el cierre financiero.Conocemos a la fecha que se nombró a Estudios Técnicos SAS como administrador de los activos, pero que aún no toman el control por disputas contractuales. Se nombró al Comité Especial de Pro Inversión para la nueva licitación, pero aún no llega el nuevo requerimiento de licitación a dicha institución. Y está pendiente el nombramiento de la empresa que valorizará los activos para el pago a los anteriores concesionarios. Los socios del consorcio han entrado en disputas internas muy complejas y varios asuntos más hacen muy complicado el panorama.El Gasoducto Sur Peruano tiene un muy largo camino para resolver problemas legales y contractuales entre socios, Estado, contratistas, etcétera, en todo lo que queda del 2017 y gran parte del 2018.Con suerte, se lo podrá licitar nuevamente hacia finales del 2018, para iniciar su construcción en el 2019. La puesta en marcha la estimamos para inicios del 2022, por lo menos. Todo dependerá de la voluntad política, señala Álvaro Ríos, socio director de Gas Energy Latinoamérica.

  • [El Comercio,Pág. 8 Día 1]
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