POR NECESIDAD Y COHERENCIA, ACTUAL CONGRESO DEBE RATIFICAR EL TLC
22 de junio de 2006

A dos semanas del cierre de su última Legislatura Ordinaria, debemos subrayar la urgencia de que el Congreso asuma su responsabilidad con el país y proceda a ratificar el tratado de libre comercio con Estados Unidos. Al respecto, es muy importante que un vocero connotado del Partido Aprista, como el congresista Luis Gonzales Posada, haya anunciado el apoyo de su grupo para tal objetivo.Tal es la posición que debe primar en todas las bancadas, a través de un gran esfuerzo de consenso y sin ceder a las presiones de pequeños grupos que, por ignorancia o por consigna política desestabilizadora, se oponen al TLC sin proponer nada a cambio. A propósito, tenemos que denunciar la absurda e intolerable actitud del presidente de la Comisión de RR.EE., Gustavo Pacheco, quien ha dicho que "no tiene ningún apuro en dictaminar". Ante una posición tan insolente como irresponsable, debemos subrayar que Pacheco no es dueño de la comisión sino solo su presidente y que si esa posición puede representar un lastre para una causa nacional, como el TLC, pues debería ser suficiente para exonerar a dicho proyecto del dictamen de esa comisión.En cuanto al debate en sí, es oportuno reiterar varios aspectos:-Muchos miembros del actual Congreso han participado o presenciado las arduas negociaciones del TLC, por lo que conocen sus metas, objetivos y plazos. Por coherencia entonces, deben ser ellos los que lo aprueben, y a que de dejarse dicho encargo al nuevo Parlamento tardarían mucho en familiarizarse con el tema, con los consabidos retrasos que podrían hacernos perder una magnífica oportunidad para suscribir un tratado de esta envergadura.-Precisamente, el tema de los plazos es insolayable: El próximo 31 de diciembre termina la vigencia del ATPDEA, que permite que muchos de nuestros productos de exportación ingresen sin pagar aranceles a EE.UU. Y la única alternativa al ATPDEA es el TLC, que debería ser aprobado también por el Congreso de Estados Unidos, el cual entra en receso en agosto próximo.-Ratificar el TLC se convierte, así, no solo en una condición indispensable para que el nuevo Gobierno pueda cumplir sus promesas de realizar el programa Sierra Exportadora, sino de reactivar la economía y dinamizar aun más las exportaciones. Hay que recordar que actualmente cerca de un millón de puestos de trabajo, sobre todo en la costa, dependen de las exportaciones que permite el ATPDEA, los que se perderían si no hay TLC.-El reto de estos días es, pues, despolitizar el debate del TLC, que sin duda trae más beneficios que perjuicios, y concentrarse en aspectos técnicos: qué sectores tendrán prioridad, el rol planificador y regulador del Estado, cómo afrontar el recambio tecnológico y continuar con las campañas informativas a la población.-Un aspecto delicado es el de las compensaciones agrícolas. Ya hemos dicho que es lamentable que un instrumento de modernidad y desarrollo como el TLC traiga consigo un vicio antiguo y perturbador como el de los subsidios. Pero, eso se remite solo a un aspecto de las negociaciones que implica que los agricultores eventualmente afectados sean compensados directamente por el Estado. La idea es que, después de las sumas y restas, el mayor beneficio sea para los peruanos.-Como lo demuestran los casos de México y Chile, que en los últimos años se han abierto a tratados bilaterales de comercio, esta es la manera más articulada de crecer y cambiar la matriz de desarrollo, para pasar de ser productores de materias primas a exportadores de manufacturas y productos agroindustriales. Es lo que, en menor escala, hemos visto en los últimos años con el ATPDEA.El escenario es claro y no deja lugar a titubeos politiqueros: el Perú no puede dejar pasar la oportunidad de suscribir un tratado bilateral con la mayor potencia del mundo. Sería irresponsable y devastador que por lenidad, irresponsabilidad o criticables cálculos demagógicos o politiqueros, se cierren las puertas a la inversión exportadora, la ruta para que el empleo sostenido, la descentralización y el verdadero desarrollo lleguen a más y más peruanos.