Una suerte de reestructuración se iniciará en la Cancillería de la República una vez que el presidente electo Alan García asuma el cargo el 28 de julio próximo.Un funcionario que diseña el proceso de transferencia del nuevo gobierno en este sector informó a El Comercio que no solo se dejarán sin efecto los nombramientos y decisiones de última hora sino que además se prevé traer a Lima a los embajadores cuestionados."García no se hará ningún problema en traer a los funcionarios. No tengo duda que lo hará. ¡Que falta de tino!". Este fue el comentario que hizo ayer el dirigente del nuevo gobierno cuando se le consultó por la decisión de crear dos nuevas embajadas -Turquía y Vietnam- y nombrar a representantes diplomáticos a pocas semanas del cambio de gobierno.