Dispuesto a demostrar la transparencia en la decisión de abrir embajadas en Turquía y Vietnam, y que no hay desembolsos irresponsables por parte de su despacho, llegó ayer el canciller Óscar Maúrtua hasta la Comisión de Fiscalización del Congreso. Afectado por una persistente tos, Maúrtua explicó que en el primer caso se justificaba por "razones políticas, geográficas y económicas". Justificó que el año pasado nuestro intercambio comercial con dicho país facturó 50 millones de dólares. De Vietnam dijo que se trataba de una nación floreciente, donde otros países como Chile, Venezuela, Argentina y Brasil ya tienen representación. ¿Y cuántos dólares tendría que desembolsar el Estado al mes para mantener dichas sedes? En el primer caso 48 mil y en el segundo 30 mil, solo en alquiler.Seguidamente sorprendió al anunciar que el embajador Daúl Matute (hermano del contralor general de la República), quien fuera nombrado para representarnos en Turquía, había pedido al mandatario Alejandro Toledo dejar sin efecto la designación. Maúrtua no precisó las razones, pero dio a entender que había sido a consecuencia de los cuestionamientos, provenientes principalmente del Apra. Precisamente mencionó que hoy el presidente Toledo le explicaría el tema a su sucesor, Alan García. "Será decisión del nuevo gobernante determinar la conveniencia o no (de abrir las mencionadas embajadas)", consideró Maúrtua.