Aunque el objetivo de la nueva Ley de Garantías Mobiliarias fue ampliar el acceso al crédito, sus vacíos y faltas de previsión parecen estar surtiendo el efecto contrario. Según Eduardo Laos de Lama, vicedecano del Colegio de Notarios de Lima, esta nueva normativa está generando obstáculos a la banca (que concentra el 90% de los créditos), debido a la falta de infraestructura que agilice los procesos de verificación de las garantías."La aplicación de la ley no ha sido bien manejada, (y está originando) la paralización de los créditos, afectando a la pequeña y mediana empresa. Antes de permitir su vigencia (desde el 30 de mayo pasado), la Superintendencia Nacional de Registros Públicos (Sunarp) debió contar con la infraestructura informática necesaria para acceder a la información de los bienes dados en garantía en todo el país. Así, se podría verificar que el bien no haya sido dado en garantía en alguna otra plaza", señaló Laos.¿Qué más falta para que el sistema de garantías mobiliarias se implemente efectivamente? Laos mencionó, por un lado, que el Ministerio de Economía y Finanzas fije las tasas registrales; así como la falta de registradores, cuyo trabajo debe ajustar ahora a los horarios de las reformuladas leyes laborales.