Los problemas de racionamiento de gas licuado de petróleo (GLP) en Lima Metropolitana verían una solución el 2020, cuando converjan los proyectos de expansión y construcción de nuevos terminales de Zeta Gas, Abastible (que adquirió el negocio de Repsol), Petro- Perú y Pecsa, la última firma en sumarse a este negocio. La peruana, en efecto, acaba de dar a conocer sus planes para expandirse "aguas arribas" del ‘downstream’ de hidrocarburos, a través del holding Monte Azul (49% de Pecsa y 51% de Distribución del Pacífico). Su objetivo es construir un terminal abierto de GLP (y otros combustibles), con capacidad para almacenar hasta 380.000 barriles de líquidos, en el paraje Lomo de Corvina (Villa El Salvador) hacia julio del 2020.Pedro Martínez, presidente de Pecsa, anota que este proyecto (de US$80 millones) permitirá sumar tres días adicionales a las reservas de la infraestructura de almacenamiento de GLP en Lima Metropolitana."Actualmente no hay como cumplir la norma de 15 días de almacenaje porque no hay infraestructura. Nosotros añadiremos tres días, que se sumarán a los ocho que aportarán Petro-Perú, Abastible y Zeta Gas, con sus respectivos proyectos de ampliación, haciendo de esta manera un total de 11 días", señala Martínez.