La desesperación de colocar a los miembros más conspicuos y leales de su entorno en puestos claves, antes de abandonar Palacio de Gobierno, ha llevado al presidente Alejandro Toledo a provocar un impase con el presidente panameño Martín Torrijos. Según información a la que tuvo acceso este diario, el canciller, Oscar Maúrtua, habría olvidado los usos y estilos de la diplomacia al solicitar -insistentemente al gobierno panameño- que otorgue su visto bueno a la designación como embajador del Perú en ese país de su jefe de asesores Alfredo Chuquihuara. Se trata nada menos que del hermano de Luis Chuquihuara, quien se desempeñó como secretario general de Palacio de Gobierno y ahora es embajador del Perú en Bélgica, un hombre muy cercano al ex canciller Manuel Rodríguez Cuadros y, en consecuencia, vinculado a la pareja presidencial. Eso explicaría el interés de Maúrtua por ubicarlo en una embajada fuera del país ante la llegada a Torre Tagle de una nueva conducción. (Edición domingo).