Si uno empieza a atar cabos, tendría que empezar a llegar a la conclusión de que el gobierno está en pleno diseño de una estrategia electoral para el 2006. La voracidad fiscal expresada en la fatal iniciativa del MEF de restituir el impuesto extraordinario a los activos para reemplazar una suspensión temporal de recaudación (el pago adelantado del Impuesto a la Renta), las paulatinas muestras de gastos y gestos populistas por parte del Presidente, la participación indudable del gobierno en la salida de Fernando Tuesta de la ONPE en confluencia de intereses con el fujimorismo y el propio aprismo (véase columna de Juan Sheput publicada en este diario la semana pasada) parecen apuntar en ese sentido.¿De qué se trata? ¿Acaso de ganar las elecciones con un candidato relativamente independiente? Probablemente esa es la meta mayor. Si a partir del 2005 se comienza a soltar plata, la gente empieza a sentirlo, se controlan organismos electorales fundamentales y se aprovecha el desgaste de los políticos tradicionales, en el peor de los casos, el oficialismo, o alguna versión disfrazada de aquél, bien podría asegurar una importante bancada parlamentaria.A ojos de muchos estrategas del régimen, es de vida o muerte asegurar un buen número de congresistas."Es la única manera de impedir que nos cacen judicialmente, como se ha hecho con los fujimoristas, quienes no tuvieron capacidad de negociación política", dicen.Esta decisión de hecho cambia por completo el panorama electoral que se suponía iba a reinar de aquí al 2006. Obliga a quienes se consideraban fijos en la palestra a reconsiderar sus metas y diseños. Hasta hoy nadie considera a Perú Posible un actor potencial, ni en sueños, pero un poco de plata en la economía, un candidato potable y una inteligente campaña publicitaria y de imagen de Toledo pueden cambiar las cosas. La tesis del muertito de Paniagua, la del extranjero perseguido de Fujimori, la del opositor reciclado de Alan García y la de la opositora light de Lourdes Flores no tendrán el mismo efecto contra una maquinaria oficialista puesta en marcha y dispuesta, al parecer, a construir un tinglado de control discutible, aunque no por ello ineficaz,señala en su columna de opinión el director del diario Correo, Juan Carlos Tafur.