"El Perú no está en condiciones de pagarle a un funcionario --por engreído e importante que sea del gobierno-- 35 mil dólares para alquilar una casa". El 'funcionario engreído' al que se refería el presidente electo Alan García es el ex canciller Manuel Rodríguez Cuadros, quien disolvió el contrato de alquiler de una casa en Ginebra para cambiarlo por otro más costoso que asciende a 25 mil dólares mensuales más 10 mil dólares de otros gastos, cuando asumió el cargo de representante permanente del Perú ante las Naciones Unidas. Se supo que la residencia anterior que tenía alquilada el embajador Jorge Voto Bernales estaba ubicada en la ribera derecha del Lago Leman, en Versoix (Ginebra) pero que fue innecesariamente cambiada por otra más cara ubicada en la ribera izquierda, a pesar de que el contrato anterior estaba vigente. Se aseguró que la otra casa estaba más cerca de la sede de la ONU de a los organismos especializados ante los cuales está acreditada esa representación."Nos mueve a escándalo que se autorice a funcionar una vivienda en Ginebra, por un precio de 35 mil dólares al mes", comentó García, y agregó que además de este caso "hay muchos otros, y el Estado debe hacer un esfuerzo para 'desgrasarse', para reducir esos gastos y destinar esos recursos a cosas fundamentales". Comentó que con los 35 mil dólares que se gastan en alquiler se le podría pagar el sueldo a 100 profesores. "No creo que haya peruano o funcionario que tenga por qué, con la pobreza del Perú, tener esos privilegios".(Edición sábado).