Si se tiene en cuenta sus antecedentes y la actual situación económica, las declaraciones del electo presidente Alan García en el sentido de que mantendrá una actitud prudente en el gasto fiscal han sido recibidas con aprobación general. Pero al margen de la credibilidad que estemos dispuestos a concederle a quien abusó de la 'maquinita' como nadie lo hizo ni antes ni después, la situación económica mundial podría complicarle un poco el trabajo.Sin querer pecar de pesimistas, lo cierto es que muchos analistas coinciden en afirmar que será difícil que se repita el auspicioso escenario mundial que le tocó en suerte al gobierno de Alejandro Toledo, que se benefició de los más altos precios de los metales en 25 años, así como también del desarrollo de las agroexportaciones al amparo de los beneficios del ATPDEA.Por lo pronto, el precio del oro y de otros metales preciosos cayó drásticamente esta semana en los mercados mundiales y alcanzó sus niveles más bajos desde marzo (en el caso del oro) y febrero (en el caso de la plata), lo que puso fin, al menos momentáneamente, a meses de alza incontenible. Para algunos se trata solamente de una secuencia más del sube y baja típico del ciclo económico de los minerales. Para otros tiene que ver con fenómenos de efecto más permanente, como el ajuste en las tasas de interés realizado por la Reserva Federal de Estados Unidos y otros bancos centrales del mundo, una eventual reducción de la demanda china respecto de algunos metales (especialmente el cobre) y el estallido de la burbuja especulativa que en los últimos años atrajo billones de dólares procedentes de gigantescos fondos de inversión. En una palabra, la probabilidad de que el precio de los metales no se recupere en los próximos años sí existe. (Los analistas precisan que se iniciará la baja de los precios de los metales básicos, caso que no ocurriría con los metales preciosos que seguirían siendo importantes refugios de valor).La pregunta del millón entonces es hasta qué punto la economía peruana está en capacidad de salir airosa en un escenario de este calibre. La falta de diversificación y la dependencia de nuestra economía respecto del sector minería e hidrocarburos es grande. Más de la mitad de nuestras exportaciones corresponde a este sector, y su contribución a las arcas fiscales por concepto de impuesto a la renta llegó el 2005 al 32,1% del total.Con todo, analistas como Elmer Cuba, economista de Macroconsult, consideran que la baja en los precios de los minerales no afectaría necesariamente al fisco, pues los precios del 2004 y del 2005 fueron inusualmente altos, y los nuevos precios continuarían siendo altos con respecto al 2003. Además, de acuerdo con Cuba, el incremento en las tasas de interés no tiene por qué asustar tanto, pues se trata de una medida que va a moderar el crecimiento mundial, pero que no generará recesión.(Edición sábado).