El reciente alejamiento de Carlos Torres Caro de las filas de Ollanta Humala puso nuevamente los reflectores sobre el transfuguismo político. Atrás quedaron los tiempos de Vladimiro Montesinos y su compra de representantes para que se pasaran a la bancada fujimorista, hace seis años. Pero el caso de Torres Caro vuelve a ser un llamado de atención. Se trata del ex candidato a segundo vicepresidente de la República que recibió la más alta votación en la bancada más votada, la de UPP, y que asegura que con él se irían 20 colegas. En los pasados cinco años, el Congreso que está próximo a culminar su mandato no llegó a debatir en el pleno una norma sobre el transfuguismo, y no por falta de proyectos de ley. A partir de la experiencia fujimontesinista, las iniciativas perfiladas en comisión han sido punitivas. Sin embargo, la reciente crisis en UPP lleva a tener presente que una ley como la planteada no puede ser una camisa de fuerza que impida alejarse de su bancada a un congresista, cuando su partido se corrompe o cambia de línea.