La Pampa, ese infierno de minería ilegal enclavado en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional del Tambopata (Madre de Dios) donde confluían la trata de personas, la explotación sexual, las torturas y el sicariato, ha quedado -por ahora- en silencio.Desde la madrugada del martes último, más de dos mil agentes a cargo del general PNP José Baella, jefe de la Dirección de Protección de Medio Ambiente de la policía, irrumpieron en los principales campamentos extendidos sobre miles de hectáreas de selva depredada, para el decomiso y destrucción de maquinaria que era utilizada en la extracción de oro. La megaoperación en la que participa personal de la Dirincri, Dinoes, entre otras unidades, continúa.Según confirmó el general Baella, en total se intervinieron 83 campamentos en tres sectores: Zorro Valencia, La Nueva Peña y Tres Fronteras. Asimismo, se intervino a 225 personas, de las cuales seis fueron detenidas por el delito de minería ilegal. Otros sujetos tenían requisitorias por diferentes delitos.