Vale SA obtuvo la luz verde de los accionistas para dividir una alianza de fondos de pensiones y bancos que ha controlado la compañía durante dos décadas, en tanto el gigante de mineral de hierro desenmaraña una estructura accionaria que obstaculiza la transparencia.Los accionistas aprobaron nuevos estatutos, en un plan para convertir acciones preferentes en acciones ordinarias y un pago de una prima del 10% a los dueños de la matriz de Vale, Valepar SA. La aprobación, que fue anticipada por los analistas de BTG Pactual e Itaú BBA, desencadena un acuerdo de accionistas temporal de tres años a medida que el bloque de accionistas controladores se incorpora lentamente a la compañía. La minera se convertirá en una empresa 100% independiente en 2020.