Hace tres meses, el Ejecutivo presentó al Congreso de la República un proyecto que ha sido bautizado como la ‘ley Pulpín 2.0’, y que tiene como finalidad impulsar el empleo juvenil. Ante las críticas a esta propuesta, y una primera marcha que se llevó a cabo hace una semana, el titular del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, Alfonso Grados, salió a defender la iniciativa del gobierno, e indicó que "no se puede tener la discusión paralizada".La propuesta que ustedes han presentado no ha tenido buena aceptación en el Congreso.La llamada ‘ley Pulpín’ anterior, que no me gusta calificarla así pero para que se entienda, tenía la misma finalidad que la nuestra, pero quitándole derechos laborales como, por ejemplo, darles media gratificación a los jóvenes. La nuestra les permite tener los mismos derechos que todos los trabajadores, pero para facilitar su contratación se le da al empleador un crédito al pago de Essalud para que los tres primeros años de empleabilidad de ese joven -el 9% del seguro social que le corresponde- lo pague el Poder Ejecutivo y no la empresa.La crítica va por esos tres años, los que se garantizan. ¿Por qué no más?Efectivamente, la propuesta dice tres años. Si después de esos tres años no se le renueva el contrato, la norma lo ampara con todos sus beneficios como a cualquier trabajador. Tampoco se puede dar una subvención para toda la vida, y yo estoy seguro de que los jóvenes demostrarán su empleabilidad para que se les renueve.