La semana pasada, mediante el Decreto Supremo N° 003-2017-MINAM, el Ministerio del Ambiente publicó la norma que cambia los estándares de calidad ambiental (ECA) del aire en el país. Esta norma regula el nivel de contaminación que producen las actividades extractivas, productivas y de servicios, con lo cual se dejan sin efecto los anteriores límites fijados en diversos dispositivos. Aunque el decreto es de alcance nacional, en la práctica viabiliza una promesa electoral del presidente Pedro Pablo Kuczynski: facilitar la venta y posterior reactivación del complejo metalúrgico de La Oroya, ubicado en Junín. El DS 003-2017 varía, entre otros componentes, el nivel de emisión de dióxido de azufre -de 20 a 250 microgramos/m3-, uno de los gases tóxicos que emana la refinería cada vez que entra en funcionamiento en su plenitud.Esta es la propiedad más atractiva de la empresa Doe Run, que se encuentra en liquidación, y que junto a la mina Cobriza (Huancavelica) serán rematadas en julio. Los postores, precisamente, estaban a la espera de conocer el nuevo ECA de aire para participar en la subasta pública. Los dirigentes y el pueblo de La Oroya solicitaban lo mismo.Para el ex ministro del Ambiente Manuel Pulgar-Vidal, el decreto "es un retroceso de 15 años" para el país. En diálogo con Perú21, el ex funcionario alertó que, pese a este "relajamiento", la empresa que adquiera el complejo "no cumplirá inmediatamente la norma"."Proponen 250 mcgr/m3 como si fuera posible hacerlo de manera rápida, el complejo de La Oroya emite dióxido de azufre que alcanza los 700 mcgr/m3, seguramente la compañía pedirá tiempo hasta nivelarse, y eso puede durar hasta 14 años", apuntó.