La bolsa puede ser un lugar feroz para los accionistas minoritarios de las empresas listadas. Al menos, esta es la conclusión que sacan los críticos del fallido deslistado de las acciones de Milpo, por parte de la brasileña Votorantim. El accionista controlador de la minera polimetálica había iniciado una oferta pública de compra (OPC) para adquirir los papeles de los accionistas minoritarios y excluirse de la plaza limeña.El objetivo de Votorantim, argumenta Carlos Rojas, CEO de Andino Asset Management, era "comprar las acciones de Milpo a un precio barato, mezclar esos activos con los de Brasil y lanzar una oferta pública inicial (IPO) por todo lo alto en la bolsa de Nueva York o Toronto".Pero esos planes tendrán que esperar. La razón, como es sabido, es que la brasileña dio marcha atrás a último minuto en su OPC.El porqué de este repliegue fue explicado por Milpo en una misiva dirigida a la Bolsa de Valores de Lima (BVL) el 25 de mayo. Allí, sostuvo que no siguió con su oferta porque el valorizador independiente designado por concurso, Summa Asesores, había definido un precio erróneamente alto para la acción común de la minera: S/4,16.La minera anotó que dicha valorización omitía el pago de dos importantes impuestos, lo que originaba un desbalance en el valor estimado de S/0,19 hacia arriba. Y agregó que había encargado una valorización paralela a Macroinvest que arrojaba un rango de S/3,28 a S/3,55 para la acción común.