LOS CINCO CONFLICTOS SOCIALES QUE MANTIENEN EN ALERTA AL PAÍS
29 de mayo de 2017

Desde que en 2014 el Ministerio de Energía y Minas (Minem) aprobara el segundo estudio de impacto ambiental (EIA) del proyecto Tía María, entre el Ejecutivo, la empresa Southern y los pobladores del valle de Tambo se tejió un largo rosario de inconvenientes. Con un EIA que caduca en agosto de 2019, el proyecto cuprífero sigue sumergido en la incertidumbre.El último hito en esta historia fue el pronunciamiento del titular del Minem, Gonzalo Tamayo, quien a inicios de mayo anunció que la estrategia del Ejecutivo es acercar a los pobladores del valle de Tambo "principales opositores a la mina" con Southern.El primer intento para aplicar esta estrategia fracasó. A inicios de mayo, la minera llevó a la provincia de Islay -zona de influencia del proyecto y donde los pobladores reclaman la construcción de un hospital- a un grupo de 23 médicos.El objetivo era ofrecer un servicio de salud costeado por Southern. No obstante, esto no fue consultado con las autoridades ni los dirigentes locales, lo cual les generó fastidio. El resultado fue un amago de paro que se apagó con la salida de los médicos.Para el especialista en conflictos mineros de la PUCP, Luis López Follegatti, un punto que podría desatar el entrampamiento en Tía María sería la construcción de la represa de Paltuture, una obra que tiene por objetivo embalsar agua y destinarla a los agricultores del valle de Tambo.En diálogo con Perú21, la congresista oficialista por Arequipa, Ana María Choquehuanca, señaló que, desde su punto de vista, el principal escollo de Tía María es la minera.