Entrevista a Mile Cacic, gerente general de Luz del Sur.¿A finales del anterior Gobierno, cuando conversamos con Ud. nos advertía que no veía razones para que, a pesar de la sobreoferta de capacidad de generación eléctrica, las tarifas fueran a disminuir, porque se mantenían los subsidios a inversiones en el sector que distorsionaban el mercado. ¿En lo que va de este Gobierno, ven que se está resolviendo el tema?De todas esas distorsiones de las que hablamos hace tiempo (cargos adicionales en el peaje de transmisión eléctrica, que se incorpora en la tarifa al usuario final, para subsidiar inversión privada en plantas duales a gas y diésel, plantas de energías renovables no convencionales, etc.) ninguna se resolvió, al contrario, se agravaron, y hoy día tenemos un sector eléctrico que está enfrentando una situación bien complicada.Pero, al dar el Congreso la ley que eliminó el pago de ingresos garantizados para el Gasoducto Sur Peruano que la pagaban los usuarios vía las tarifas eléctricas, ¿no se resolvieron en parte esas distorsiones? Las licitaciones que condujo el anterior Gobierno para promover nueva entrada de oferta, como son las centrales eléctricas de Pucará, Cerro del Águila y Chaglla (añaden en conjunto más de 1,000 Mw, que entraron en operación el 2016), a las que se suma la reserva fría del Nodo Energético para el GSP en el sur, añaden otros 2,000 MW a la sobreoferta.Esto es lo que va a empeorar la situación.¿Qué está provocando esta distorsión no resuelta?Al haber un exceso de oferta en la energía y poca demanda, las generadoras y distribuidoras del servicio eléctrico se han ido a una feroz guerra de precios firmando contratos (con grandes consumidores, denominados clientes libres) a precios de la energía sumamente bajos, y que no cubren, en muchos casos, ni siquiera los costos variables de la inversión en energía que hacen las empresas del sector eléctrico.