Si bien durante la campaña electoral del Apra, Alan García defendió la renegociación de los contratos y la creación de un impuesto a las sobreganancias para favorecer económicamente a las poblaciones en situación de extrema pobreza, llevar a la realidad esta promesa electoral le demandará mucho diálogo y sobre todo paciencia. Y es que para los empresarios aceptar las condiciones que exige esta nueva forma de hacer política económica en el país no será sencillo. Aunque tal parece que no son pocos los que han entendido el mensaje que la mayoría del electorado dejó en las ánforas el último 4 de junio.Un ejemplo de ello es que tras el triunfo de Alan García en segunda vuelta, la elite empresarial ha sostenido diversas reuniones para analizar qué propuesta podrían presentarle al nuevo gobierno a fin de que la población, sobre todo la del interior del país, tenga un acceso más directo a los recursos, sin que ello pase necesariamente por la creación de nuevos impuestos, o en particular un tributo a las sobreganancias.El presidente de la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep), José Miguel Morales Dasso, en diálogo con La República, confirmó que los empresarios han sostenido varias reuniones en ese sentido, y que aunque no hay nada concreto todavía, la fórmula que plantearían estará orientada a eliminar los obstáculos que actualmente impiden que los gobiernos regionales y locales puedan acceder a los recursos que provienen del cobro de regalías u otros impuestos.Morales precisó que al 1º de junio de este año ya son S/. 5 mil millones los que se encuentran 'congelados' en los bancos, sin que la población pueda acceder a ellos, por no cumplir con las exigencias del Sistema Nacional de Inversión Pública (SNIP)."No puedo adelantar nada porque podría frustrarse la fórmula alternativa, pero estamos conversando. Los peruanos tenemos que darnos cuenta de que hay un problema de pobreza y que estamos obligados a reducirla", comentó.