El tema energético está sobre el tapete en la región sudamericana. Las carencias de energía se han puesto en evidencia durante los últimos meses, separando a dos grupos: aquellos que tienen reservas de petróleo y gas y pueden convertirse en abastecedores (Venezuela y Bolivia) y aquellos que tienen necesidades de energía insatisfechas (Brasil, Chile, Argentina y quizás Perú). La situación es delicada, porque se han entrecruzado factores de manejo geopolítico y discursos nacionalistas para el aprovechamiento de los recursos que están poniendo en riesgo el crecimiento económico de los países del último grupo, según concuerdan especialistas en el tema. Por ejemplo, Argentina es un país que viene creciendo en los últimos años a un ritmo de 9%, con un incremento en la inversión cercana al 25%. Ambos índices dan cuenta que la demanda de energía, en especial del gas natural en el que ha puesto sus esperanzas su industria, podría no ser satisfecha plenamente en los próximos años. Igual situación es la de Chile, cuyo crecimiento económico va a un ritmo de 8% pero cuyas carencias de energía se evidenciaron hace cinco años, igualmente por la falta de gas natural. Mientras el caso peruano, con una incipiente industria ligada al gas natural, tiene necesidad de combustibles líquidos. Por otro lado, se encuentran los países que tienen los recursos, pero que han aplicado duras políticas respecto a su utilización, sometiendo a los mercados a quienes abastecían a nuevas condiciones. Ese es el caso boliviano.(Edición domingo).