Admitir que un proceso de recuperación judicial (o protección por bancarrota) puede ser inevitable dejó de ser tabú para Odebrecht. En conversaciones restringidas entre la alta gerencia del grupo y los grandes bancos públicos de Brasil, la empresa ya asume que ese es el futuro inevitable del holding Odebrecht, que durante el año pasado tuvo ingresos brutos consolidados por US$ 28,000 millones, si el crédito no vuelve al ritmo normal. "El plan A de la compañía aún es evitar pedir protección a la justicia, pero el plan B ya se puso en marcha", dijo una fuente que acompaña el asunto de cerca. Hace pocos meses, Odebrecht negaba repetidamente en recurrir a esa medida. Sin embargo, hubo un cambio claro en la postura reciente, dijo un interlocutor.