Entrevista a Javier Fernández Concha Strucker, viceministro de Gobernanza Territorial.¿Cuál es el nuevo enfoque que plantean? Los sistemas creados por cada ministerio para afrontar la conflictividad no coordinaban entre sí. Cada uno establecía su propia estrategia en función a los intereses de su propio sector; además, se crearon mecanismos alternos. La frustración de la población debido a que sus demandas sociales no eran cumplidas provocó que se crearan mesas de diálogo. ¿No han funcionado las mesas de diálogo? Las mesas de diálogo comenzaron a tener un impacto importante para canalizar las demandas sociales dirigidas al sector público y privado, que empezaron a asumir compromisos. Manejar diálogo y conflictividad al mismo tiempo es muy difícil en una negociación, es simplemente capitular. Aparecen luego elementos ajenos a la demanda social original, que muchas veces incluyen una agenda ilegítima. Al momento hay muchas actas firmadas y compromisos asumidos a través de las mesas de diálogo. ¿Van a trabajar sobre eso? Sí. No es que dialogar sea malo, el problema es que se produce un incumplimiento y luego estos se embalsan.