HOLGANDO BAJO LA LLUVIA
30 de marzo de 2017

La forma en que la ahora ex viceministra de Desarrollo e Infraestructura Agraria y Riego del Ministerio de Agricultura Eufrosina Santa María dejó de ostentar ese cargo es materia de controversia. Ella afirma que se alejó del puesto por propia iniciativa y, para dar sustento a su versión, muestra una carta de renuncia, cuya fecha de recepción, según el matasellos del despacho ministerial, es el 24 de marzo. El presidente Kuczynski y el primer ministro Fernando Zavala, en cambio, declararon que había sido ‘despedida’. Pero lo hicieron tres días después.La distinción no es baladí, porque la ex funcionaria ha sido recientemente el centro de una tormenta política a raíz de un reportaje del programa "Panorama" en el que se la vio relajándose en horas de trabajo y en fechas en las que la emergencia que vive el país alcanzaba uno de sus puntos críticos. El 16 de marzo, efectivamente, ella fue registrada tomando sol alrededor de la piscina de un club miraflorino a las 3:30 p.m. Y al día siguiente, montando bicicleta entre las 7 y las 9:30 a.m. En ambos casos la acompañaba su fotógrafo Bruno Renzo Torres.A la desazón que suscitaría normalmente el holgado manejo de su jornada de trabajo, se sumó en este caso el contraste que ello marcaba con la dedicación de tantos otros servidores públicos, de igual o mayor gradación que la suya, a la atención de los lugares afectados en ese mismo momento por huaicos e inundaciones, así como el posible uso indebido de un vehículo del Estado. Lo primero es un problema político; lo segundo, podría tener implicancias legales. La señora Santa María, como se sabe, ha aseverado que su renuncia obedeció, entre otras cosas, a que ella quería ir a Trujillo a -paradójicamente- trabajar en la emergencia y el titular del sector, José Manuel Hernández, no se lo permitió. Pero en la carta del 24, si bien alega "temas de índole personal" para explicar su decisión, menciona también que no quiere "perjudicar la imagen del ministerio" ni la del ministro, lo que hace suponer que, en realidad, ya conocía el contenido del reportaje que sería propalado dos días después y eso la mueve a dar un paso al costado previamente convenido.El gobierno publicó en "El Peruano" la resolución suprema en la que aceptaba su renuncia el 25 de marzo, y el ministro Hernández ha afirmado que cuando recibió la comunicación -el 24- estaba en Piura y que en ese momento creyó en las razones personales aducidas por Santa María y simplemente sintió pena. "Cuando llego [a Lima], ya me enteré de otras cosas", ha dicho.La verdad, no obstante, es que esa versión resulta inverosímil, pues un ministro suele ser inmediatamente informado de esas ‘otras cosas’ y, además, porque en ella obvia toda referencia a la posibilidad de perjudicar su imagen o la del ministerio que la carta incluía. Por eso quizá, ante la curiosidad periodística, el titular de Agricultura ha repetido con incomodidad que a él no le "gusta mirar al pasado".De cualquier forma, aun si solo hubiese tomado conocimiento del auténtico problema el 24 por la noche, ¿no le correspondía transmitírselo inmediatamente al presidente y al primer ministro para que lo anunciaran ante la opinión pública tomando distancia del desaguisado político que entrañaba?Y, de otro lado, ¿en qué punto de esta relación de los hechos entra el supuesto ‘despido’ del que el mandatario y el presidente del Consejo de Ministros han hablado? A decir verdad, aquí queda flotando la sensación de que, como en el caso del ex asesor Carlos Moreno, en el Ejecutivo tuvieron noticia de la naturaleza del asunto que tenían entre manos desde el principio y trataron de pasarlo por agua tibia" hasta que el sacudón que supuso la propalación de las imágenes comprometedoras -el domingo 25 por la noche- los hizo ver que la reacción tenía que ser tajante y sin edulcoramientos. Pero, claro, cuando ya el daño político había llovido sobre ellos. Mirar al pasado, aunque fuese solo al reciente, no debería quizá ser una práctica tan desdeñada por este gobierno.